Es bien sabido, y si no lo sabéis ya os informo ahora claramente, que esta humilde espectadora está cada día más desencantada con la serie, y eso solo por decirlo de una manera elegante y refinada.
La desazón a llegado a cotas tan altas, que una ha acabado recuperando ese viejo hábito que durante mucho tiempo la serie modificó, si la siesta. Ese pequeño sueño reparador que ayuda a afrontar mejor lo que queda de día.
La serie en sus inicios consiguió sustituir ese hábito tan typical spanish por estar pegada a la pantalla siguiendo las peripecias de una fea, el eterno galán de sonrisa encantadora y los avatares de una empresa llamada Bulevar 21. Eran tiempos en que se nos daba al espectador magia, amor, desamor, entrega, lucha, engaño, humor y una infinidad de emociones por las que valía la pena dejar de siestear.
Después de dos años, todo eso que nos movía a estar emocionadamente despiertas a las cuatro de la tarde, se ha ido difuminando a lo largo del camino. Una se hecha en el sofá, cansada de un día duro de trabajo, esperando evadirse de la realidad circundante, esperando que la serie le haga soñar, pero cada día es más de lo mismo, ni rastro de la magia, ni el amor, ni la entrega, ni la lucha, ni el humor...eso si, el odio, el desamor y los repetitivos patrones de lo más negativo de las tramas se dibujan desde que empieza la sintonía de la serie.
Para cuando ha acabado la primera trama una ha ido relajando su cuerpo cansado, poco a poco a ido cayendo a una posición horizontal, la cabeza a resbalado hacia el apoyabrazos del sofá, a veces sobre uno de esos cojines que tanto estorban bajo las posaderas cuando intentas sentarte erguido, y los ojos se cierran buscando el descanso. Así es, la serie aburre, ya no emociona y acaba sirviendo de somnífero.
La cosa se agrava cuando perteneces a un foro o a una comunidad, en mi caso Las enajenás. Allí cientos de personas que han acabado convirtiéndose en verdaderas amigas, comentan, intercambien opiniones, información, teorías, risas, elucubraciones, esperanzas sobre la serie. Allí se fraguan las expectativas y se volcan los deseos mas sinceros sobre lo que nos gustaría ver. Si no perteneces a ningún foro o comunidad, los personajes y el serial, hacen que tus emociones fluyan de un lado a otro pero sin demasiado ahínco. En cambio cuando comentas, destripas, teorizas, te ríes, hablas de la serie a diario analizando y racionalizando en su justa medida lo que va sucediendo , las emociones se triplican, fluyen con mas intensidad, te implicas más profundamente, la vives y lamentablemente padeces con ella. Es lo que diferencia a un espectador pasivo que mira la serie sin más y las espectadoras que forman parte de foros o comunidades sobre la serie en cuestión, la empatia que se genera, hasta el punto de sentir la serie como propia, como algo nuestro.
Muchas veces te cuelgan el cartel de friki cuando comentas que perteneces a una comunidad que versa sobre la serie, algunos piensan que somos una panda de locas, otros se limitan a esbozar una sonrisa maliciosa cargada de burla e ironia, como si fueran superiores a ti. Y es muy difícil explicar todo lo maravilloso que tiene y que aporta a nivel personal. Es difícil hacer entender que sencillamente somos soñadoras, niñas traviesas que esperan impacientes que alguien les cuente ese cuento de hadas, de princesas y dragones que tanto nos gustan, es difícil explicar que somos almas románticas, intentando rescatar el amor de un mundo desgraciadamente en constante guerra, donde los valores del ganador, del vencedor, de fortaleza y poder están en la cúspide de lo importante y donde la fragilidad, la delicadeza, el amor, el romanticismo y la entrega son considerados como signos de debilidad de los que burlarse. Somos blanco fácil porque somos activistas del buen rollo y como tales preferimos pasárnoslo bien a estar gastando energías en absurdas demostraciones de fortaleza. Como dijo aquel... Carpe Diem.
Retomando el tema sobre como las emociones van y vienen, alguien me dijo hace poco que si estamos decepcionadas con la serie era porque estábamos muy implicadas. Seguramente tiene razón. Al estar tan implicadas y tener un seguimiento de cada cosa que se produce, nuestro nivel de exigencia aumenta. Le exigimos a la serie unas cosas que a otras series no exigimos, ya que son puro entretenimiento, cosas como coherencia, que nos emocione, que nos haga vibrar, que haya amor, que haya ternura, que las tramas estén hilvanadas, que este documentada, que no se repitan patrones de conducta ya superados, que no existan enredos sin sentidos, ni atracciones inverosímiles y un sin fin de parámetros que en otras series pasamos por alto o no nos alarman. Mi conclusión es que en todo hay algo de razón. Es verdad que a "nuestra serie" le exigimos más que a otras, es verdad que esta pensado únicamente como un entretenimiento sin más pretensión que esa, pero también es verdad que si algo es capaz de implicar y emocionar a la gente de la manera que lo ha hecho esta serie merece la pena ser cuidadosos con ello. Los responsables, aunque no fuera su pretensión inicial, podrían haber desarrollado un producto de calidad, algo realmente bonito. Podrían haber tenido en cuenta las opiniones de las espectadoras más incondicionales, esas capaces de perdonarles los gazapos y meteduras de pata una y otra vez, podrían alimentarse de ellas para saber que es lo que realmente quería ver el espectador y así encumbrar la serie a lo más alto, a algo con la catalogación de genial, de perfecto.
Lamentablemente no ha sido así, y el dinero y el poder ha prevalecido una vez más sobre la sensibilidad, una vez más se burlan del romanticismo. Es curioso porque se supone que lo que querían contar era una bonita historia de amor, ofende cuando ves que se están riendo de él y de pasada de las que creemos en él. Hace meses y meses que el romanticismo esta de huelga en esta serie, hace meses que ya no nos reímos, estamos concentradas en rebuscar detalles que nos hagan vibrar, y cuando entre unas y otras y con mucho humor y paciencia encontramos una grieta donde asoma el rosa , cuando parece que encontramos el filón que nos conducirá de nuevo al amor y a vibrar como antes, de golpe no es más que un trampantojo y todo vuelve a ser gris.
Hoy no estoy enfadada, solo estoy triste, porque no veo nada que valga la pena soñar, porque nunca sucede nada bonito, porque he perdido toda implicación, hoy tengo miedo porque el amor brilla por su ausencia y quieren hacerme entender que el odio, la venganza, el engaño es lo que encumbra a las personas, porque quieren hacerme creer que el amor es signo de debilidad. Hoy estoy triste, quizás una buena siesta me ayude a soñar.
martes, 22 de abril de 2008
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