Yo ya no soy Bea.
Antes si lo era. Si, antes era Bea, y un poquito Álvaro, un poquito Gonzalo, y un poco Sandra, también Jimena y Chusa, y Paula... No era nadie, pero era un poquito todos. ¿Porque? Seguramente porque soy una soñadora y una romántica. Era un poco cada personaje, era yo, pero resulta que al final no soy nadie. Y justamente ese es el sentimiento que me ha quedado con el final de mi serie.
Después de dos años siendo una fiel espectadora no importa las horas que he pasado delante del televisor, no importa nada haber aguantado 300 capítulos sin sustancia ni sentimientos, haciendo un esfuerzo por encontrarle el lado positivo a unos tramas absurdas y soporíferas, no importa haber confiado en el buen hacer de los guionistas, ni en que remontarían esa mala racha de bloqueo creativo, no importa nada si he contribuido a darles buenas audiencias... Al final solo soy un número en el informe de share, un número inerte, sin vida ni sentimientos que no hay porque tener en consideración. Esa es mi sensación.
Lo más seguro es que se rían de todo esto, lo más seguro es que no les importe lo más mínimo lo que yo, una humilde espectadora, pueda decirles, y lo más triste de todo es que lo sé, se que no van ha hacer caso de nada que les pueda decir, quizás ni tan siquiera lleguen a leer hasta aquí, seguramente se habrán parado en el primer párrafo. Si no es así, les ruego que lean esto en un tono pausado, susurrado, imagínense que se los recita una voz dulce, imagínense un corazón triste y abatido, unos ojos llorosos, una lágrima rodando despacio por una mejilla arrastrando una pena líquida, porque es así como estoy, triste y abatida.
Yo soy una persona normal, una persona tan válida como ustedes, como Alejandro, como Ruth, como Roberto, como José Manuel, como Miguel, como Aure, com los guionistas, como los directivos... como cualquier otro, simplemente una persona con una vida, con un trabajo, con sus defectos y sus virtudes, con sus sentimientos, con alegrías, con penas también. Una persona normal y corriente. Pero a mi modo de ver, que sea una persona normal y corriente no implica que sea una persona a la que puedan engañar, manipular o jugar con ella sin motivo aparente.
Realmente es mi sentimiento, casi el mismo que el de Bea cuando descubrió el engaño. Yo no estaba en una cabina de los baños de Bulevar, estaba en mi salón, no estaba sentada sobre la taza del water, estaba sentada en mi sofá, tampoco me estaba curando las heridas de la rodilla, las heridas las tengo en el corazón y me las estoy curando en estos momentos, al otro lado de la puerta del baño no estaban ni Álvaro ni Gonzalo hablando, al otro lado del televisor estaba una historia que en un principio me encandilo, pero el sentimiento final, lo que sintió Bea en ese momento, si ha sido lo mismo que he sentido yo.
Hoy 20 de Junio de 2008, yo soy Bea más que nunca, jamás pensé que el título de la serie cobraría tanto sentido en mí justamente en su último capítulo. Yo soy Bea, esa Bea engañada, manipulada, esa Bea que sintió como habían jugado con sus sentimientos, esa Bea que se entregó con fuerza y devoción a Álvaro, en mi caso a la serie; yo soy esa Bea que llora frente al teclado mientras volca sus sentimientos en un blog, en palabras, y como Bea, yo también estoy resentida con el causante de mi decepción.
Es mucho el tiempo que he dedicado a seguir incondicionalmente su historia, es mucho el tiempo que he dedicado a emocionarme con ustedes, a soñar a través de su trabajo, a implicarme, a ser esa parte de la historia que latía al otro lado de la pantalla, porque sí, porque su trabajo fue muy bueno durante 190 capítulos aproximadamente, y eso no se lo va a quitar nadie.
Pero algo pasó que fue destruyendo la magia, el interés, las emociones y los sentimientos. Algo que ni tan siquiera sé a ciencia cierta, quizás fuera el hecho de tener que alargar una historia más de lo recomendable por orden de algún mandamás ávido de dividendos y carente de sentido y sensibilidad, tal vez fuese el cansancio de un trabajo a contrarreloj difícil de conciliar con la calidad, o pudiera ser desmotivación, incluso el hecho de contar con un final preestablecido que todos sabíamos de antemano, quizás fuese un poco de todo y algo más que desconozco...Quizá no fuese nada de eso y me este equivocando.
Fuera como fuera, el hecho es evidente, se perdió toda magia, todo sentimiento, toda emoción, toda intriga y toda coherencia. Pero seguimos apreciando su trabajo al otro lado del televisor, intentamos ver el lado positivo y excusarles a ustedes, porque nos demostraron,antes, que sabían hacer las cosas bien, seguimos creyendo que eran capaces de lo mejor, no les abandonamos a su suerte, seguimos acompañándoles durante muchísimos capítulos, casi 300, porque sabíamos que podían hacerlo, a pesar de que la serie había perdido toda su esencia, todo interés. Les dimos el beneficio de la duda, les regalamos nuestra confianza, una confianza que han acabado por despreciar.
Todos creímos que el obligado alargamiento, había echo tanta mella en ustedes, trabajadores comprometidos y profesionales, como en nosotros, humildes espectadores, y que ustedes no tenían la culpa de las decisiones de los de "arriba", los que deciden, porque eran simples mandados que hacían lo que podían de la mejor manera que sabían. Nosotros fuimos capaces de entender eso.
Una vez asimilado y asumido, aunque no nos gustara el rumbo de los acontecimientos, seguimos al otro lado, fieles, esperando que al menos, después de padecer, tanto ustedes como nosotros, una historia dilatada en el tiempo que no daba para más, el final, ese final que todos sabíamos, fuera una regalo para los incondicionales seguidores que estuvieron de y a su lado, y con el que ustedes podrían demostrar su verdadero talento.
Esperábamos ver lo que no vimos durante más de un año. Sentimientos, amor en altas dosis, emoción...Tristemente no ha sido así. El final ha sido desalentador. Ninguna escena que pudiera transmitir sentimientos que nos hicieran volar y olvidar un año de penas, de distanciamientos, de enfados..., básicamente porque dichas escenas estaban cortadas justo en el momento que empezaban a traspasar la pantalla para invadir nuestros almas románticas; tramas con saltos argumentales tan grandes, que te dejaban descolocada; por la poca aparición de los protagonistas; una sensación de quererse quitar de encima deprisa y corriendo la historia de Bea y Álvaro; la sensación de que se habían olvidado de que ellos eran los protagonistas, los que nos engancharon a la serie; con el sentimiento de querernos vender a toda costa una nueva historia de amor con Be y Roberto que para nada a conectado con nosotros.
En fin, con la sensación de haber estado dos años esperando algo que al final no ha sucedido. No pedíamos nada imposible, nos conformábamos con que hubieran acortado, o al menos acelerado, todas las tramas legales sobre el futuro de la empresa, que dicho sea de paso, nos ha parecido interminable, y que nos dieran más escenas románticas donde se viera una bonita historia de amor que supera cualquier barrera. No hacia falta cambiar nada, simplemente que hubieran recreado con más sensibilidad y más dilación lo que todos ansiábamos, una reconciliación romántica y emocionante, y una boda contada sin premura. Nunca entenderé como han podido pasar de la fuga de Be por la alfombra roja que conducía al altar y acto seguido aparecer Bea del brazo de Carmelo directa a él, supongo que tendré que intuir esas horas entre medias que no nos han querido contar, menos mal que soy una soñadora y soy capaz de imaginarme mil escenas sencillas y fáciles de plasmar que no costaba tanto intercalar entre trama y trama. Tal vez nos hubiera gustado ver un par de capítulos donde nuestros protagonistas compartieran por fin su amor y su vida, creo que dos o tres capítulos nos hubieran bastado para saciar nuestro descontento por tantísimo tiempo de distanciamiento entre ellos. Creo que no era tan difícil premiar de alguna manera nuestra fidelidad con eso, sabíamos que podían hacerlo, que eran capaces y que les sobraba talento, pero no han querido, y es una pena, porque ahora en vez de alabarlos no podemos más que reprocharles su falta de interés, profesionalidad, proceder...su poca sensibilidad hacia sus seguidores.
Y antes de acabar me gustaría dejar claro que sí valoro y alabo el trabajo de los actores, porque en definitiva son el último escalafón de una cadena que en un momento de la historia se rompió. Ellos han sido la cara visible de un despropósito, ellos han sido, en última instancia, los que han tenido que sufrir esa rotura, esa fisura entre seguir generando beneficios y seguir ofreciendo ese producto de calidad, que en sus inicios si era esta telenovela. Para todos ellos, los que han intentado con todos su esfuerzo, dedicación y profesionalidad, dotar de sentimientos y coherencia, unos guiones que no daban para más, mis mas sinceros respetos y mi enhorabuena.
A los responsables, sean quienes sean , un ruego; que reflexionen sobre lo sucedido, con un espíritu de autocrítica, con voluntad de superación, siendo conscientes de sus fallos así como son conscientes de sus aciertos, que también los han tenido, para que en un futuro no vuelvan a romper en mil pedazos las almas de muchos soñadores que se entretienen a través de este tipo de series y olvidan, por un momento, sus vidas para jugar a ser princesas de un cuento, príncipes valientes o sencillamente ranitas verdes, para no contribuir a que la imaginación sea solo un juego de antaño al que nadie sabe jugar. Por favor, no ayuden a matar a Piter Pan.
Para acabar solo decir que Álvaro y Bea nos engancharon a la serie y que Álvaro y Bea nos desenganchan.
Hoy yo he sido Bea y por eso, hoy yo ya no lo soy.
Atentamente: Dunai, Du para mis enajenás.
domingo, 22 de junio de 2008
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2 comentarios:
No puedo estar más de acuerdo contigo.Nunca me he sentido tan estafada y humillada.Han jugado con la fiel audiencia por avaricia,ojalá se les rompa el saco.Lo siento por los actores principales,ellos impulsan la serie,y les muestran la puerta de atrás,en vez de salir dignamente como se merecían
Un abrazo
Si lo has enviado a la productora o a la cadena, o a ambas, ojalá lo hayan leído.
Has expresado la burla a los espectadores que ha supuesto este final de la forma más exquisita. Encima, no podrán quejarse. Porque lo que han hecho con esta serie no tiene nombre.
Anony_mousse
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