A veces las ausencias son necesarias, nos ayudan a tomar aire, a ver las cosas con una nueva perspectiva, a darnos cuenta de detalles que antes se nos habían pasado por alto o simplemente para motivarnos de nuevo tras una larga sequía de ideas. Quizás mi ausencia se deba simplemente a eso.
Tras esa ruptura del tiempo nuestro rey siguió recorriendo su camino con paso firme y decidido. Desde su juicio se ha visto obligado a caminar dejando tras de si sus más fervientes deseos, a su princesa, y a buscar una felicidad que no esta encontrando aunque otros labios le acompañen. Y el amor vuelve a ser ese motor, si ese que mueve su mundo sin él saberlo.
Y... que difícil es tomar la decisión adecuada cuando se habla de sentimientos ¿verdad?
Aquel encuentro casual que uniera sus vidas en un cruce de caminos, de idas y venidas.
Se dice que el amor salta donde menos te lo esperas y así ocurrió, se encontraron en aquella actuación de Mago, un día de lluvia. Al principio era un juego en el que se discernía quien mentía o quien sentía. Tras el primer encuentro de fuego las cosas no fueron sencillas. Ella con su historia y él con la suya. No fue fácil deshacer pasado y construirse un mundo deseado.
Los inicios siempre se cargan de romanticismo pero muchas veces acompañan dolor de otros que fueron amados.
Y así se dejaron su historia de amor, en una maraña de sentimientos, en unos calabozos, o en una celda tan fría como sus nuevas vidas. Se obligaron a querer a otros, a buscar un compañero que les abrigara las noches mientras en sus cabezas un eco a lo lejos se nombraban mutuamente, cuando alguien te habla al oído el eco no se escucha. No se dieron cuenta que las palabras solo lo tapaban, que no hacían desaparecer los ecos, los sentimientos permanecen callados hasta ser admitidos.
Mudar de deseo no es goce completo. Sientes hacer daño a quien dejas de lado. Al principio no das ningún paso. Crees, te crees, que es pasajero y que volverás de retorno al amor primero.
Descubres que has de explicarte a quien olvidaste en el deseo. Se hace difícil sentarse y hablarlo con tranquilidad. Buscas el momento y no lo encuentras. Caes en el enredo de silencios y disimulos. Esperas que el otro te facilite y pregunte para empezar a explicarte.
Si reprimes el impulso y esperas a que todo se aclare malo y si te dejas llevar te sientes culpable. Es fatalidad mirar a otro lado y dejar de amar.
Las personas maduras muchas veces empezamos historias estando dentro de otras. Hay quienes opinan que nada se rompe que no hubiera estado roto antes. Hay quien cree que hay ocasiones en las que te encuentras de improviso ante algo que nunca habías previsto y que no puedes dejarlo de lado a pesar de que si no hubiera sido así habrías tenido una vida feliz y completa con quien estabas en ese momento. El caso es que se ve que las parejas se mueven y muchos manifiestan que el amor tiene fecha de caducidad. Con espíritu romántico quisiéramos un amor para siempre. Inflamados poemas y textos con rastros románticos de amor y deseo.
Y eso es lo que les pasa, o les pasará, tendrán que explicarse, explicar que hay una fuerza mágica que les une, que no han dejado de amar, que la magia que les envolvió el primer día nunca desapareció, que es una magia que solo entienden ellos dos. La magia del amor verdadero.
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