Escrito en la época de las cruzadas y los juglares

24 de Diciembre de 2007

Esta nueva serie “El retorno del Rey” no va a emitir su próximo capitulo hasta el día 2 de Enero de 2008. La navidad se ha cruzado en su emisión y lógicamente se impone la programación típica de estas fechas. Realmente este primer capítulo me ha dejado intrigada. Como bien dice mi amiga Troyana esto es una novela caballeresca pero adaptada a los tiempos modernos. Esta es la historia de un príncipe que no era valiente ni azul, aunque le gustara mucho llevar sus vestiduras de ese color, que fue a enamorarse de la princesa menos agraciada del reino, que fue desterrado y encerrado en las mazmorras mas lúgubres del país. Un príncipe que ha crecido interiormente y que al ser liberado por un noble caballero de la mesa redonda, resurge de sus cenizas convertido en Rey y dispuesto a batirse en duelo por recuperar lo que por derecho de sangre le corresponde, dispuesto a emprender una cruzada por volver a conquistar el corazón de su princesa. Esa princesa atípica, que se ha encerrado por voluntad propia en la torre más alta del palacio propiedad del caballero de la mesa redonda, resignada a su destino y con la esperanza de así ser feliz.

De pequeña siempre me gustaron los cuentos de príncipes y princesas y ahora que soy más mayor no he cambiado mucho, sigo emocionándome al ver una película de príncipes valientes y damiselas en apuros, típico, sí, muy típico, pero el amor luchado sigue emocionándome como antes. Y como espectadora no pido más que eso que me emocionen con una bonita historia de amor típica, de esas en la que ya sabes con quien acabará ella. Sin más, sin adornos ni grandes pretextos, solo quiero poder soñar con el amor verdadero. Y puesta a soñar me e imaginado como sería la carta que el príncipe valiente de nuestra nueva serie escribiría desde las mazmorras del castillo si la hubiera escrito realmente en la época de las cruzadas y los juglares. Podría ser algo así:


Inmensa tristeza alberga mi alma .Incontables recuerdos en mi memoria vivos... amargos y vivos recuerdos. He sido desterrado de mis tierras, destronado de mi reino, encarcelado como un vulgar prisionero, pero no son estos grilletes los que me atormentan.

Hoy que estoy en estas mazmorras te hecho de menos más que nunca, te añoro como jamás me hubiera permitido mi valentía de caballero y esa fuerza de por fuera que rezaba no dejarme derrotar. Pero hoy es un día amargo, con regusto a recuerdos olvidados. Hoy como príncipe me vengo abajo porque hasta los reyes ceden cuando hay algo más solemne que sí sabe estar de pie. Hoy no visto esa fortaleza que me enseñaste a llevar puesta por el mundo , en mi espada, en mi escudo, me descalzo del coraje para andar por la fría celda, y me desnudo dejando mi fragilidad al aire. Hoy no soy el príncipe ni el rey, soy solo yo un ratito. En este castillo prisionero, sufro, casi lloro, no sonrío y guardo luto por la insípida poesía que tu amor llevará a la hoguera.


Por la ventana del calabozo te intuyo en tu torre resguardada del dolor, de los engaños, del inmenso sufrimiento que es mi amor. Y es que te noto más lejos que nunca, más que cuando mis ojos no te podían ver y mis miedos no me dejaban verte. Tan ciego estaba que ni mi entereza tuve delante hasta que me di la vuelta, pero ya era demasiado tarde. Hoy siento que me alejo de ti cuando más necesito recordar lo que fuimos en un momento de máxima intensidad, cuando la sombra de la verdad no nos alcanzaba a ninguno de los dos.
Como buen caballero me he curtido en mil batallas creyendo que todas las vencí, mas hoy me he preguntado si en realidad no fue así, ¿fue esa última victoria, en la que vestías de rojo, la que mas herido me dejo? Esa que volvería a librar entregando mis sueños, mi sangre, la piel, y mi vida a la causa perdida de la daga de tu amor. Hoy no veo donde esta tu presencia, ni donde empieza ni donde terminó.


Eres tú el torneo que quiero ganar, eres mi flecha y mi arco, mi reino, el de los sueños, el del cariño, y aunque otras batallas antes hubiera librado, por más combates ganados, la batalla más difícil la tendré todos los días conmigo mismo si tu no estas a mi lado.


Ojala que en esta nueva serie que va a seguir el día 2 pueda ver por fín a caballeros andantes, príncipes valientes, princesas y hasta dragones, en que las armas más afiladas no fueran espadas sino sentimientos de acero, que los escudos donde resguardarse de la batalla fueran sinceridades labradas en oro, con armaduras recubiertas de valentía y honradeces, con el rey destronado recuperando la joya de su corona. Todo con aroma de esperanza, con sabor a reconquista.


¡¡ Larga vida al Rey !!