domingo, 27 de enero de 2008

Traductor de lágrimas

Hace una semana que no os he dicho nada, lo sé, pero he estado atenta a los acontecimientos y el devenir de nuestro rey, reflexionando sobre su posición, sobre todos los movimientos. Tal vez el desánimo se esté aletargando en mí de nuevo.

Esta semana nuestro rey se ha limitado a la enmienda de recuperar a su princesa. Sin quererlo obtuvo la oportunidad de estar a su lado de la mano del padre de ella, irónico pero así es. Carmelo, el padre de nuestra princesa, aquel que odió a nuestro rey, aquel que lo crucificó en sus pensamientos hasta quedar inexistente en los latidos, el mismo que supo darle una segunda oportunidad, esta semana a aprendió a mirar con el alma. Tal vez solo este empezando a aprender ha hacerlo, todavía utiliza un solo ojo, algo borrosas la imágenes, de lejos la mirada, pero esta poniendo voluntad. Y mira al rey desde varias perspectivas, desde la suya, desde la del pasado, desde la del presente, la de hoy, la de este momento. Y lo que a visto le está gustando, han habido detalles de nuestro rey que le han hecho recapacitar y reflexionar sobre la posibilidad de haberse equivocado crucificándolo sin haberle dado el beneficio de la duda. Claro que tenía sus motivos para hacerlo, dañó a su hija y él, como padre, solo veía esa parte. Esta semana ha descubierto otras partes del rey, y a pesar que la de las mentiras y el engaño no ha desaparecido, se le han unido otras de igual o más peso que la primera. Quizás la balanza del aprecio se esté inclinando aunque no se haya llegado a desequilibrar del todo, todavía. Para él el rey está recuperando algo de su nobleza, y puede ser que un día la recupere totalmente.

Por otro lado nuestro rey se ha beneficiado de la doble oportunidad que la vida le ha presentado. Por un lado que el padre de la princesa deje de repudiarlo y por otra el estar cerca de su amada. Y ese ha sido el hecho que lo ha devuelto a la lucha, estar cerca de su princesa ha sido un revulsivo a sus ansias, unas ansias llamadas reconquistas. La princesa es el muro de piedra con que choca una y otra vez, golpeándose sin cesar. Ella, entre dos caminos, caminando por un sendero que tiene dos vías, una, la real, la segura llamado Nacho, otra, la del subconsciente, la de los sentimientos escondidos y guardados que lucha por aniquilar , llamada Álvaro. Una en presente, otra en pasado sin saber que le deparará el futuro. A veces se adivina en ella un atisbo de dolor, de frialdad, de sonrisa forzada que nadie acaba de entender, ni tan siquiera ella misma. Aún no se ha dado cuenta que eso son los sentimientos que está escondiendo, que está intentando alejar, dejar inertes gritando desesperados por conseguir ser libres. Ella no sabe que solo se pueden matar aquellos que no sentimos con sinceridad, que los sentimientos verdaderos, por más que se quiera, nunca mueren, permanecen en nuestro interior, a veces en calma, en coma tal vez, otras martilleando en silencio nuestra propia consciencia sin ser nunca exteriorizados, oprimiendo el corazón en silencio, vagando en nuestro interior, luchando por buscar una salida. Y lo que ella espera es que sus sentimientos por el rey, esos sentimientos de amor profundo, incondicional y verdadero acaben como los ramos de flores que aunque sean muy bonitas luego se marchitan , ella espera que le pase así, que sus sentimientos se marchiten y que desaparezcan. Tarea difícil en su caso porque ella olió la flor que le brindó el rey y el recuerdo de su aroma se a quedado en su interior, impregnando cada rincón de su cuerpo, de su alma y de su mente aunque no pueda verlo; es lo que tiene el aroma, que es invisible. Algunos no tienen desarrollado el sentido olfativo, y necesitan cosas tangibles para creer en ellas. Estoy segura que la princesa siente el aroma, pero trata de taparlo con otros perfumes, otros prefabricados...pero hay aromas que perduran para siempre, suspendidos en el aire, vivos en la memoria, cerca de la percepción, muy cerca de las lágrimas y la nostalgia, allí donde los verdaderos deseos juegan a ser soñados.

Para mí, en todos estos 5 capítulos, ha habido una escena clave, el momento en que el rey, de noche y con sigilo entra en la estancia de la princesa. Y ha sido clave por lo emocionante del momento, pero sobre todo porque a la princesa le ha quedado claro algo, que el rey la ama de verdad, que en verdad la ha amado y que sus sentimientos son profundos y sinceros. Y sus lágrimas silenciosas y ocultas nos enseñan esa lucha interna de la princesa, los verdaderos deseos por el rey condenados a la fuerza a ser solo pasado frente la realidad de su vida exigiéndole la entrega total de un corazón que ya fue conquistado. Si las lágrimas de nuestra princesa recalleran sobre un papel y se convirtieran en palabras quizás se pondría leer algo así:

Ayer, o quizás mañana, salga a buscar esa mirada que sea capaz de mostrarme lo nunca imaginado que ya desprecié mucho tiempo y el pasado no volverá y el futuro solo llegará si lo busco. Que el tiempo pasa ya me di cuenta hace no mucho tiempo cuando me engañaste y tuve que aprender a mirar al futuro a la cara, y me costó, porque las peleas acompañadas son más fáciles de ganar que las que combates tu sola. No espero que el tiempo me regale oportunidades, yo tampoco las regalaré… las cosas no pasan por pasar. Yo buscaré lo que quiero, lo encontraré y seguiré andando, no solo rellenaré los huecos con llantos y flores que aunque sean muy bonitas luego se marchitan y vuelves a quedarte con las manos vacías, y triste. Imaginaré lo inalcanzable, y luego creeré que es mío y lucharé para conseguirlo…sí, lucharé sola y sin importarme el mañana porque hoy es todo lo que me puede quedar. Buscaré en ti ese beso que solo se puede dar con la mirada y lloraré mi vida a solas si mis ojos me lo permiten.

Nuestra princesa debería leer lo que sus lágrimas escriben pero a veces es más fácil alzar un muro de piedra frío y duro con el que el rey pueda chocar que dejar que nuestras lágrimas recaigan sobre un papel, descifrándonos una dolorosa y dura verdad que nos recuerda que nos hemos equivocado, que no somos perfectos y que el amor que sentimos hacia esa persona no encuentra su momentos, ni su lugar, ni su tiempo.

Que diferente sería si existieran traductores de lágrimas que nos explicaran la verdad mas profunda de nuestro sentir, que nos dieran consejos acertados, que nos calmaran el alma.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jodeerrr!! Du!!!!! Que que pienso???? Si es que despues de leerte no puedo ni pensar. Que bonito!!!!!! Es que lo expresas tan y tan bien............ Ya te lo he dicho otras veces ..dedicate a esto...ès lo tuyo, esta mas claro que el agua!!!!!!

El leerte hace que cada dia te quiera un poquito mas

Besitos
Igrot

Anónimo dijo...

Jodeerrr!! Du!!!!! Que que pienso???? Si es que despues de leerte no puedo ni pensar. Que bonito!!!!!! Es que lo expresas tan y tan bien............ Ya te lo he dicho otras veces ..dedicate a esto...ès lo tuyo, esta mas claro que el agua!!!!!!

El leerte hace que cada dia te quiera un poquito mas

Besitos
Igrot

Anónimo dijo...

Ya he podiso entrar. Como dice Igrot y te he dicho otras veces, que bien te expresas y que bonito escribes. Un beso. Eva.

Anónimo dijo...

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